domingo, 4 de enero de 2009

Pronto un nuevo blog friki

Como habran notado, ahora tengo 4 blogs: Allin Yawar, la Cruz del Cálido Silencio, el Cantar de los Siete y este blog. Sin embargo he considerado necesario iniciar un nuevo blog friki: Castillo Fortaleza del Dragon Temporal, y trasladar allí todas mis opiniones y gustos frikis.

sábado, 3 de enero de 2009

El Hechizo de Restauración y los Deseos Limitados (Poesía)

Esta poesia fue publicada en la revista Evohe del taller de la Universidad de Lima, alla por el año 1995 aproximadamente. La revista ya no se edita, pues al cambiar la cabeza del taller, cambio el nombre de la revista. Actualmente no se como se llama la actual revista del taller.

El Hechizo de Restauración y los Deseos Limitados

Mi experiencia esta mortalmente cansada
en el filo de la espada de cargar
tanta soledad de enemigos y amigos.

Que pronto olvidas:
aún mi alma se destierra en el vacío
por tu distancia.

En ese crudo entonces,
a propósito débil,
trato de convertirme
con el único ingrediente de mi Dios y su avatar mayor
y algo de mi mismo
en el desafío forjado en Guardia de Tormentas:

Frenar incluso
el río desbordado de la misma muerte.

El Castillo de la Aflicción (Poesía)

Esta poesia fue publicada en la revista Evohe del taller de la Universidad de Lima, alla por el año 1995 aproximadamente. La revista ya no se edita, pues al cambiar la cabeza del taller, cambio el nombre de la revista. Actualmente no se como se llama la actual revista del taller.

El Castillo de la Aflicción

I
Estoy ante ti, orquídea
silente gracia del bosque
con el luto guerrero de mi sangre
por transfusión en tu sangre,
aliento de trueno.

Tu castillo de la aflicción
se escondió herido
entre las tierras baldías
la esencia agostada de tanta muerte.

Me mandaste la noche silvestre,
mensajera coja.

Y vine presto,
entre las ruinas que corren a cambiarse.

II
Construimos un puente con las hiedras del recuerdo,
desvencijados besos sin nombre
fuera de la órbita de los lobos de niebla.

Pues la vida no se diluye
en un par de lágrimas.

Allí, afligidos, salimos al encuentro
entre el silencio que talla dulce
el límite de la fiebre.

La sangre del viento
nos traerá la capitulación de la muerte.

Así, la vida
no tomará vacaciones de tu cuerpo.